marzo 28, 2024

El camino a la Fiscalía General de la República; Crónica de un proyecto

El camino a la Fiscalía General de la República; Crónica de un proyecto

El camino a la Fiscalía General de la República; Crónica de un proyecto

Por: José Óscar Valdés Ramírez

Triunfan aquellos que tienen tropas cuyos rangos superiores e inferiores tienen el mismo objetivo.

Sun Tzu, El arte de la Guerra

Hace poco más de año y medio me di a la tarea de que la población se enterara de la importancia de una Fiscalía General de la República, que no era sólo la migración de nombre, era toda una nueva estructura que debería sepultar la corrupción y la impunidad que imperó en la extinta PGR. La población no estaba en el tema, no entendió la trascendencia de la 4ta. Transformación en la hoy FGR.
Busqué participar en la Cuarta Transformación no ser sólo un espectador más, me dieron la oportunidad en la Consejería Jurídica, dije que donde podía servir era en la FGR, pero el tema por tiempos no se daba, hasta que un día la llamada llegó, la cita sería el día miércoles de la semana pasada, en el piso 25 de la FGR en la Glorieta de Insurgentes en la Ciudad de México -no conocía al Fiscal Gertz Manero-.
Puntual me recibió a la hora acordada, dentro de su oficina se encontraba el más alto staff de la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República, me presentaron al Fiscal General, un hombre extremadamente amable, de trato franco, me desarmó su sencillez, una charla amena de amigos nada forzada, di mi punto de vista de lo que deseaba y que podía aportar, se me dio la más cordial bienvenida para incorporarme.
El trato fue de una generosidad que me dejó sin palabras, se me daría el rango más elevado, equiparable a un subsecretario, y ser responsable de una unidad que tendría a su cargo los delitos fiscales y financieros, siempre he sostenido que en ese frente, la FGR debe dar el ancho, pues con las nuevas leyes fiscales, estará en la primer línea de fuego.
Ofrecí lo que siempre he dicho, nada de cosas raras, ni ocultas, transparencia total, no fabricar delitos, ni culpables, nada de ley por encargo, no hacer lo que siempre he combatido, las transas, las chingaderas, las chicanas.
Conmigo no van, no tengo necesidad, no llegó a la 4ta. Transformación de la FGR a hacer bisnes, a fingir demencia y dejar pasar, voté por el cambio y el cambio empieza por la aplicación de la ley, tengo un prestigio que me ha costado mucho, quiero hacer las cosas bien, que se termine la mala imagen de la Institución, y que aquellos que no conceden dos dedos de frente a la 4T se den de topes, las cosas se pueden hacer bien, y lo más importante se acaben los «intocables».
Que se termine el cáncer de este país la impunidad que se genera por la corrupción, la cantaleta de qué se robaron todo ya la sabemos, la pregunta es: ¿Por qué no se castigan las conductas? ¿quién los protege? La respuesta es simple, existe un rezago del 80 por ciento, no se desahogan las cosas y ese tortuguismo le pega a la democracia.
Poner orden, de entrada, hacer más con menos, devolver la confianza de la población en la institución.
Que se quite esa imagen de miedo de fabricar delitos y culpables, dignificar la profesión de la institución ministerial y lograr que la gente se acerque para denunciar, que tengamos la cultura de la denuncia y que la población sepa que se hará justicia, que tendrá eco su denuncia y que no dormirán el sueño de los justos.
Soy de la idea de que los políticos y empresarios que han saqueado a la nación regresen lo que han robado, verbigracia en el Estado de Tabasco, a los procesados en la época de Arturo Núñez que no regresaron un peso y, entonces… ¿Dónde esta el dinero? ¡¿De qué sirve a la población que estén en prisión?! El Pueblo pide que regresen el dinero, ya parece broma: Salen después de 6 años y salen sin soltar un peso, cuando todos sabemos que era un contubernio con la extinta PGR.
Eso debe terminar, revisar y ver los defectos de las imputaciones y si hay responsabilidad que se castigue a las autoridades que se corrompieron. Las prácticas de antaño se terminaron, las imputaciones serán sustentadas, nada de sostenerlas con alfileres, sé y estoy consciente de que también enfrentaremos a un Poder Judicial Federal cuestionado que -misteriosamente en algunas ocasiones-, en un contubernio entre la extinta PGR sacaban a los delincuentes absueltos y la PGR no apelaba.
El negocio redondo, la aplicación de la ley a modo, los despachos pudientes, rimbombantes en una clara confabulación se dedicaron a sacar delincuentes, deben saber que eso se acabó, no más impunidad.
Le pedí al Fiscal General que siempre prefiero pecar de exceso que de defecto, soy un hombre apasionado, que a todo lo que hace le pone pasión, entusiasmo, la vida sin pasión para mí no existe. Elijo mis batallas y doy el 100 para que se logren las cosas, esa es mi filosofía de vida.
No existió ninguna consigna, ninguna línea, aplicar la ley caiga quien caiga y a donde tope, me sentí cómodo, reiteré mi lealtad a la Institución y el respeto irrestricto a nuestra Constitución, he defendido el Estado de Derecho toda mi vida, soy un hombre de leyes, para muchos un iluso, un soñador, un idealista, creo firmemente que si componemos la FGR, se compone México y esto empieza por la primer cadena que corrompe a la autoridad, los abogados… a estudiar, no a negociar.
Confío en que se aplicará la ley a rajatabla, empezaré esta guerra, la aplicación de la ley la reclama Dios y la exige México.
Es la hora de sentar a la corrupción y a la impunidad en el banquillo de los acusados, esa es mi encomienda, eso haré, he estado del otro lado del mostrador, he sentido la ley por encargo, por relaciones, sé que es, que levanten la red y que digan «lo siento, son órdenes,» en eso también coincidí con el Fiscal General… me tendió su mano, nos despedimos, me retiré con el staff de la Consejería Jurídica, y sólo me dio una instrucción que me arrancó una carcajada en el elevador: Por favor, no trajes mamones. Me reí, insistí en que amo los colores, nos ganó la risa y ya no pude dar mi alegato, me apendejé, será para una segunda reunión… por ahora coincidimos se acabó la impunidad que es generada por la corrupción.
Salí y caminé por la Zona Rosa para encontrarme con mi equipo de abogados, que ansiosos me esperaban, me dijeron: ¿cómo nos fue? Solo les contesté parafraseando a Winston Churchill en “Sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor» de 1940… “en español”, me dijeron.
Les contesté: Desde hoy nuestro mandante es la FGR; empezamos esta cruzada, hablen con sus familias, aquí no hay horarios, en palabras de Nicolás Maquiavelo.
«Por la gloria y por adquirir el Estado no descansa ni conoce fatiga alguna…»
Chabod 1994; (301) El concepto de lo político.

         

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