Por: Nicolás Gochy
A partir de la semana pasada, los trabajos que estaba desarrollado el gobierno federal a través de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes para la construcción del distribuidor vial en la intersección de la vialidad José López Portillo con Bulevar Aeropuerto se han detenido y la obra se encuentra abandonada por completo de trabajadores.
Esta obra es uno de los cuatro compromisos que el político atlacomulquense Enrique Peña Nieto había formulado primero como candidato del PRI a la presidencia de la república y luego como el titular del ejecutivo nacional en materia de mejorar las vialidades urbanas de la capital mexiquense.
El proyecto fue incluso publicitado de manera muy intensa por parte del gobierno del estado de México con Eruviel Ávila Villegas al frente del mismo y la propia alcaldesa con licencia de Toluca Martha Hilda González Calderón, como una obra que la sociedad demandaba y que serviría para aligerar la inmensa carga vehicular que se registraba en la zona.
Los tres políticos en cuestión, todos ellos emanados del Partido Revolucionario Institucional aseveraron por ellos mismos o a través de sus equipos de trabajo que la obra quedaría terminada en tiempo y forma, que no se tendrían retrasos y que se entendía el malestar que se le provocaba a la población, hoy guardan silencio en esta materia.
Lo cierto es que la obra luce vacía, sin trabajadores, se han retirado todas las maquinas que se habían dispuesto en la zona y solo han quedado unos cuantos policías que intentan aligerar el tránsito vehicular entre tierra, varillas, hoyos y trabajos inacabados.
