abril 19, 2024

Dos años después…

Dos años después…

Alguien lo tenía que decir

Por: Nicolás Gochy

Hoy sin duda es un día icónico para muchos mexicanos, desafortunadamente ese sentimiento solo se divide en dos vertientes, los que están a favor y los que están en contra.

La estrategia ha funcionado hasta el momento, hoy por hoy, quien escribe o piensa o dice algo en contra del gobierno federal es repudiado por la otra parte de los mexicanos y quienes incluso, sin entender mucho de política, denostan las plumas  y los micrófonos que se atreven a disentir del mandatario mexicano.

Y unas y otras voces tendrán su ración de verdad, sin duda, cada quien puede calificar la corrida tal y como la aprecie desde su asiento.

Lo que a mi particularmente me llama la atención es la toma de “su sana distancia” que han comenzado a realizar algunos de los actores políticos del valle de Toluca con respecto al partido del presidente y el desleal acercamiento que han realizado con otras fuerzas políticas para formar así un frente opositor que les permita perpetuarse en el poder al cual llegaron con la camiseta morenista.

Y es que recientemente uno de los secretarios del gabinete de Alfredo del Mazo Maza se logró reunir con un actor político muy poderoso y en funciones en la capital mexiquense para, dicen los que no saben, poder iniciar las pláticas para quitar del camino a los indeseables que desean llegar  a altos puestos y entre ambos colocarlo en su lugar a su respectivo momento.

Estos políticos que hoy están buscando el lograr ser bien vistos por las otras fuerzas políticas opositoras a Morena están abriendo ya desde ahora, las puertas para poder ser los próximos candidatos pero por un partido diferente al que los encamino al triunfo hace dos años y que ha comenzado a ser despreciado por muchos al perder ya a su más grande figura visible.

El efecto López Obrador, ese mismo efecto que llevó a muchos a lugares insospechados, hoy y en el trascurso de los siguientes meses hasta la elección del próximo año podría representarles una carga que muchos no saben  y mucho menos quieren cargar.

Hace siglos escribía Maquiavelo que aquel gobernante que ascendiera a la dignidad suprema impulsado por el odio al gobierno antiguo podría costarle trabajo mantenerse en la gracia por la misma dificulta de contentarlos.

La realidad es que el repudio a Enrique Peña ya va menguando, a muchos mexicanos la memoria no les alcanzó para más allá de las elecciones, sin duda López Obrador tendrá a su disposición decenas de casos para tratar de darle sangre y juegos a la plebe, pero la suerte parece ya no acompañarle.

Y esa misma lectura la tienen ya varios de los actores políticos, por lo menos en el valle de Toluca quienes saben muy claramente que encabezar la planilla de Morena a tal o cual alcaldía no será sinónimo de triunfo; esta vez ya no.

         

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