abril 25, 2024

La gran estafa desfila hacia el gran cinismo, empezó por la UAEM.

La gran estafa desfila hacia el gran cinismo, empezó por la UAEM.

Alguien lo tenía que decir
Por: Nicolás Gochy
El material periodístico que dieron a conocer los portales Animal Político y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad sin duda significará el cese inmediato de varios funcionarios del orden federal y muchos estados los cuales han quedado en evidencia como artífices de una de los más grandes actos de corrupción que han demostrado la sistematización de una red más que criminal en contra del erario de los mexicanos.
Claro, si eso se hubiera dado en otro país; aquí, en el estado mexicano, ese que gobierna una clase política aberrante, degenerada y cínica, solo será cuestión de tiempo para que nada pase y que los hoy señalados sigan operando esta elaborada red y puedan además recibir la protección de cientos y cientos de funcionarios que hoy deberían de tratar de imponer la ley en lugar de justificarla.
Y este comentario lo realizo por las declaraciones públicas del rector de la Universidad Autónoma del Estado de México Alfredo Barrera Baca quien hoy ante medios se encargó de decir que estos datos que se habían recopilado por el grupo de profesionales de la comunicación eran inexactos, que la universidad no se prestaba para esas situaciones y que no existía ninguna malversación de fondos públicos.
Así, de la noche a la mañana, el nobel rector pareciera convertirse en un docto en materia de delitos fiscales, se convirtió en el conocedor más extenso del manejo financiero de la universidad aun y cuando el no estaba al frente de la misma, se convirtió en juzgador pero no de los políticos señalados y de su antecesor, sino de los periodistas que hicieron un trabajo basados en muchas, muchas horas de investigación.
Esto, creo es lo que menos se esperaría de un funcionario de la investidura de un rector universitario pues a él lo eligieron los integrantes del claustro académico para dirigir las riendas de la universidad, no para tratar de proteger a funcionarios que sin duda, deberían ser juzgados por las leyes mexicanas y no solapados por funcionarios que al parecer han recibido la instrucción de proteger y callar todo lo que pueda ser dicho en su contra.
Y es que es obvio pensar que en cualquier dependencia a la que se le pregunte sobre la investigación tendrá que decir que no es cierta, que se están tomando datos equivocados, que las auditorias les han exonerado de cualquier culpa y que los funcionarios señalados son inocentes palomitas presas de un fuego amigo y que todo es un golpeteo político en contra de sus personas y de las instituciones que comandaron o aun dirigen.
Eso en este país es sintomático, pregunte a usted a la iglesia católica si existen curas pederastas y le dirán que no, que son ataques contra la institución, pregunte usted a los cuerpos de policía si hay elementos corruptos y le dirán que todo es un entramado político de los enemigos del sistema, pregunte si las cuotas escolares son obligatorias y le dirán que nunca pero hay cientos de niños que fueron hostigados y por ende sus padres para que pagaran o no les darían la instrucción básica.
Es más, pregunte si Javier Duarte y Cesar Duarte son inocentes y le dirán que si…
Lo evidenciado por los periodistas de Animal Político y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad lograron evidenciar lo que muchos estaban ocultando, lo único que queda es saber si las autoridades tendrán los tamaños para culpar a quienes deben y juzgar a los que robaron y no a los que dieron a conocer el fraude.
Lo que queda claro es que cada día más, a este país no lo salva ni López Obrador.

         

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