Luego de haber asaltado un pequeño restaurante en la vialidad José López Portillo y después de asaltar también un pequeño establecimiento de abarrotes, un grupo de cuatro delincuentes fueron perseguidos por la población logrando detener a dos de ellos y los entregaron a la policía municipal.
En el primer atraco, los asaltantes no solo se conformaron con el botín obtenido sino que incluso golpearon de manera brutal a la dueña del establecimiento, una señora de la tercera edad.
Luego de haber sido retenidos por la población, tuvieron que esperar durante varias horas a que la policía municipal hiciera presencia para poder proceder a la detención oficial de los delincuentes.
Sin embargo, y ante hechos anteriores, la población solicitó que uno de los uniformados permaneciera con ellos para garantizar que los delincuentes fueran entregados a la fiscalía de justicia para poder recibir el castigo que ameritan.
Luego de que uno de los pobladores confirmó que en esta ocasión, la policía había llevado a cabo su labor y no había soltado a los delincuentes en el camino, la población entregó al uniformado quien se recuperó sano y salvo.
