Por: Nicolás Gochy
A Rosa Aguilar Sanabria y Miriam Arellano Aguilar casi nadie las conoce por su nombres de pila, pocos las logran ubicar, pero cuando les hablan de Las Muertas, casi todo mundo en Metepec saben a quién se están refiriendo.
Madre e hija, desde su pequeño taller artesanal en la ciudad típica, se dedican con mucha pasión, poco presupuesto pero sobre todo conocedoras de que sobre ellas recae una gran tradición, a vestir a la muerte, ante ellas pasan cientos y cientos de catrinas de papel que no pueden salir a la calle indecentes, tiene que ir ataviadas con sus mejores galas.
Como cada año ya desde hace varios estas mujeres se dedican a elaborar los vestidos de las calaveras de cartón que están listas y claman ser convertidas de huesudas cualquier a las señoras catrinas que adornaran las casa no solo de Metepec sino de gran parte del valle de Toluca.
Con papel picado, con papel crepe y a veces con tela, con papel de china y con diamantina, cada una de las calaveras que inician su transformación van adquiriendo un toque distintivo, algunas le dan vida a las princesas muertas, otras más a personajes de la historia y el arte, otras más a los personajes de moda, pero todas terminan como deben, perfectamente ataviadas y listas para vivir su día como se debe.
Con precios desde los 70 hasta los 150 pesos, usted puede adquirir la que más le guste para adornar su casa u oficina ahí, en la calle de Miguel Hidalgo casi esquina con Paseo San Isidro en pleno centro de Metepec
